La Celestina pertenece al denominado género de la comedia humanística, que a finales de la Edad Media se cultivó en el sur de Europa a imitación de la comedia latina que dio lugar al género, con la intención de mostrar una relación de amores ilícitos condenados al fracaso. De esta tradición culta, Fernando de Rojas tomó las extensísimas citas y referencias literarias que contiene el texto, así como los largos parlamentos de los personajes, las enumeraciones constantes, el retoricismo verbal lujosísimo y el estilo latinizante de la sintaxis del texto. Juntamente con este estilo culto, la famosa Tragicomedia de Calixto y Melibea incorpora un lenguaje popular, propio de los orígenes de la comedia, y que caracteriza el habla de Celestina, los criados y las “putas” Elicia y Areúsa. El refrán es el medio propio del habla popular, reflejado en la obra de Fernando de Rojas.
Por todo ello, La Celestina supone un homenaje a la cuna del castellano, a la explosión literaria de una lengua vernácula medieval que, con esta obra, adquiría mayoría de edad. Comedia y tragedia. Personajes populares y personajes cultos. Señores y criados. El fin de la Edad Media y el florecer del Renacimiento. La llegada del mundo urbano, en donde los trabajos deben pagarse. El amor y el dinero como motores del mundo, ideas de Aristóteles, reflejadas ya por El Arcipreste de Hita en su “Libro de Buen Amor”, que se convierten en protagonistas de La Celestina.